PERÚ: POSICIÓN DE LA IZQUIERDA SOCIALISTA Y CO-GOBIERNO CON OLLANTA

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BALANCE DE LAS ELECCIONES LOS RETOS DEL NUEVO GOBIERNO Y LA POSICION DE LA IZQUIERDA   PRESENTACION   El 16 de julio, la Unidad de Izquierda (UI), frente conformado por partidos, movimientos y activistas no partidarizados de izquierda, realizamos un evento en el cual evaluamos los resultados electorales y las perspectivas de la lucha del movimiento popular y progresista.     Los triunfos electorales de Gana Perú, del 10 de abril y 5 de junio, la elección de Ollanta Humala como presidente de la República, constituyen acontecimientos importantes que representan avances en la historia del Perú, en el desarrollo de las fuerzas progresistas y en la recuperación de las organizaciones populares y de la izquierda socialista.     Tal como se señala en el presente documento, estos exitosos resultados electorales han sido posibles gracias a la lucha conjunta de variadas fuerzas progresistas. El papel protagónico y el liderazgo de Ollanta Humala,la movilización del Partido Nacionalista fueron determinantes; pero en estas jornadas electorales, el esfuerzo de los partidos, movimientos y núcleos de la izquierda socialista, agrupados en UI, conformantes de Gana Perú también fueron importantes y decisivos, así como fue relevante la participación de la vanguardia de las organizaciones sociales, de los sindicatos obreros, de las comunidades campesinas, de los frente regionales, de la intelectualidad progresista y la juventud democrática.     La victoria electoral fue del pueblo, de las fuerzas democráticas y patrióticas. El gran problema político que se evidencia luego del 5 de junio, es que el PNP y el mismo Ollanta Humala, tanto por sus propias evaluaciones así como por la intensa presión de la derecha y de la extrema derecha, de la gran burguesía y las transnacionales, fue tomando distancias de aquellos sectores sociales y políticos fundamentales que posibilitaron la victoria.    Los derrotados en las urnas hoy pretenden conseguir una victoria política, como ocurrió con las elecciones de Fujimori y Toledo, en los años 1990 y 2001. La designación del gabinete ministerial está convirtiendo las esperanzas en incertidumbres, preocupaciones y frustraciones. Los sindicatos obreros, las comunidades campesinas y los frentes regionales están expresando su disconformidad frente a este equipo ministerial, dominado por individuos vinculados a los grandes capitalistas y la derecha neoliberal.    La UI expresa su gran preocupación por la composición del gabinete ministerial anunciado. La participación de algunos hombres y mujeres de probada honestidad y trayectoria democrática en este gabinete, no garantiza el rumbo progresista que esperábamos todos los que votamos por Gana Perú. Informamos claramente a la opinión pública que el bloque de la UI no ha sido consultado para la conformación de este gabinete, ni tampoco participa en el mismo de manera institucional. Esperaremos, con responsabilidad y serenidad el mensaje del 28 de julio para tomar una decisión final.    Pese a los problemas e incertidumbres engendradas por las decisiones del presidente electo Ollanta Humala, reiteramos nuestra decisión de unir fuerzas con el nacionalismo para seguir impulsando la gran unidad democrática patriótica, expresada germinal pero positivamente en Gana Perú. Los intereses del pueblo y la Patria requieren la unidad de los nacionalistas y socialistas, del conjunto de las fuerzas populares y progresistas.    Lima, 26 Julio 2011     CD de Unidad de Izquierda           BALANCE DE LAS ELECCIONES, LOS RETOS DEL NUEVO GOBIERNO Y LA POSICIÓN DE LA IZQUIERDA SOCIALISTA   I El 05 de junio, coronando un gran esfuerzo unitario y movilizador, las fuerzas nacionalistas, de izquierda y progresistas, organizadas en Gana Perú y bajo el liderazgo de Ollanta Humala, lograron una gran victoria popular. Por primera vez en la historia del Perú, las fuerzas progresistas llegan al gobierno por la vía electoral, enarbolando un programa de transformaciones democráticas. Saludamos ese gran triunfo del pueblo peruano que nos coloca a la par de los movimientos progresistas y antiimperialistas de América Latina y al mismo tiempo  abre posibilidades para avanzar por el camino de un autentico desarrollo nacional con soberanía y justicia social para los peruanos, especialmente para las grandes mayorías nacionales explotadas y excluidas del país. Ese triunfo es la síntesis de un largo periodo de lucha desplegado por los sectores más conscientes y organizados del pueblo peruano, que en los últimos veinte años, enfrentaron y resistieron los embates del neoliberalismo, sacrificando en muchos casos sus vidas y su libertad. Sin duda el mérito principal corresponde al Partido Nacionalista Peruano y especialmente al liderazgo de Ollanta Humala, a quien reconocemos su capacidad de resistencia e iniciativa política en una pelea desigual y enconada, que ha permitido realizar un verdadero salto histórico. Es también una victoria de la izquierda peruana, del movimiento sindical y popular, de los movimientos regionales, de las fuerzas democráticas, de la juventud, de las mujeres y en general de las organizaciones populares que bregaron incasablemente por la unidad en torno a un Gran Frente Político y Social que finalmente se concretó en GANA PERÚ y la suscripción del ACUERDO POLÍTICO Y DE GOBIERNO refrendado por el Partido Nacionalista y las fuerzas que conformamos Unidad de Izquierda.  Podemos afirmar entonces, que estamos en un nuevo escenario con una nueva mayoría electoral, puesto que ha sido precisamente la votación de las regiones más pobres y de los excluidos y afectados por el modelo neoliberal en los sectores C, D y E los que se han constituido en el sustento de la votación de Humala. Es decir el triunfo alcanzado por Ollanta en la primera vuelta fue el triunfo de los excluidos, de los proletarios y de amplios sectores de la intelectualidad progresista, que se levantaron contra el modelo neoliberal, contra la corrupción y el entreguismo.     II   La Victoria alcanzada tiene para el país un gran significado político. En primer lugar ha librado al país de las atrocidades ya conocidas del fujimorato, de otro lado ha significa una derrota política para los sectores ultra liberales empeñados en mantener y profundizar el actual modelo de desarrollo excluyente, el saqueo del país y la corrupción generalizada, todo ello representado por Keiko Fujimori, Luis Castañeda Lossio, Pedro Pablo Kuczinski y Alan García y el APRA. En segundo lugar el triunfo de Gana Perú abre posibilidades reales para luchar por reivindicaciones concretas, pero también para encarar la globalización en otros términos y reposicionar las ideas del progreso y la independencia nacional, para la reconquista de los derechos de los trabajadores, de los jóvenes y las mujeres y en general de todos los sectores excluidos del país. Pero también significa un avance en el contexto latinoamericano y mundial. Ollanta ha propuesto una política internacional soberana e independiente y al mismo tiempo el fortalecimiento de los procesos de integración de los pueblos latinoamericanos expresados en UNASUR, el MERCOSUR y próximamente en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC, esperando que también apunte a la cooperación con los países del ALBA y con todos los bloques económicos y países del mundo, sin privilegios ni subordinación alguna.  La Gira de Ollanta por los países de la región y sus declaraciones muestran esa tendencia integracionista como también la anunciada alianza estratégica con el Brasil, país con el que tenemos una extensa frontera común y enormes posibilidades de cooperación mutua.    III El triunfo sin embargo, demanda de las fuerzas que apostamos por el cambio, enormes responsabilidades, objetividad y realismo; pero sobre todo de la izquierda y del conjunto del movimiento sindical y popular organizado; porque, en última instancia, somos las fuerzas sobre las que reposa la enorme responsabilidad de darle sustentabilidad social al gobierno del Presidente Humala, para que cumpla sus compromisos o en su defecto para exigir desde las calles que no se defraude el mandato popular. En ese sentido, el primer y gran desafío que enfrentamos es evitar que este gobierno fracase, que defraude la voluntad popular y se frustren una vez más las expectativas de cambio. Ello significaría para las fuerzas progresistas y de izquierda un retroceso histórico de gravísimas consecuencias políticas y sociales. De otro lado significaría retornar a los tiempos de la violencia social y política y estimular la vuelta al poder de los sectores más reaccionarios y represivos en nombre del orden y la pacificación social cuyos efectos perversos ya conocemos. En consecuencia tenemos que ser firmes en los compromisos adquiridos, pero sin caer en posiciones radicaloídes y facilistas. La revolución, decía JC Mariátegui, es un proceso consciente y racional y no la grita desesperada por más largo que sea su eco. Lograr los propósitos que nos hemos trazado no será fácil, como lo muestra la historia y sobre todo los hechos recientes, la derecha no vacilará ni un instante en echar manos a los métodos más repudiables para mantener sus privilegios. Como lo estamos viendo ahora, está procurando cercar y mediatizar al gobierno, imponerle un gabinete derechista, aislarlo de su base social y de las fuerzas populares y de izquierda que lo apoyamos desde la primera vuelta. Al mismo tiempo explota al máximo sus errores buscando desacreditarlo y destruir la confianza que le otorgó el pueblo peruano. Cuenta para ello con todo el poder mediático y los demás poderes facticos que controla. Si logra su propósito como lo está haciendo con Susana Villarán en poco tiempo tendremos a un gobierno desgastado y sin la fuerza necesaria para realizar los cambios mandatados por el pueblo. Alertamos la presencia de corrientes oportunistas que abonan desde adentro a favor de la estrategia de la derecha, como aquellas que plantean la disolución de GP, la exclusión de la izquierda dirigidos a dividir el movimiento social. Todo ello, no mella en absoluto nuestros compromisos programáticos con el pueblo; leales a nuestras tradiciones nos mantendremos al lado del pueblo respaldando los cambios exigiendo que se cumplan los compromisos adquiridos y no se tuerza la voluntad popular.   IV   Consideramos sin embargo que en la primera vuelta Gana Perú no alcanzó una victoria completa y que la segunda vuelta colocó al país en la disyuntiva crucial de avanzar por el camino de la democracia o retroceder a los oscuros años de la dictadura fujimorista, la izquierda estima que en ese escenario complejo fue correcta y necesaria la decisión del candidato OH de concertar una unidad más amplia con las fuerzas del centro democrático para impedir el retorno de la dictadura y darle gobernabilidad al país.   Como izquierda, mantenemos nuestro horizonte socialista, sin calco ni copia, como lo concibió JC Mariátegui; pero en los actuales momentos lo que está a la orden del día es impulsar un gobierno honesto y eficiente y respaldar los cambios económicos y sociales por los que han votado la mayoría de peruanos y peruanas consecuente con ellos mantendremos una actitud constructiva pero firme en el difícil y complejo camino de la unidad y bregaremos incansablemente por darle a GANA PERÚ una estructura orgánica y constituirla en una poderosa herramienta de unidad y lucha por las grandes transformación económicas y sociales por la que se pronuncio mayoritariamente nuestro pueblo en el proceso electoral. En ese sentido exhortamos a nuestras bases a redoblar esfuerzos en la tarea de construir Gana Perú como sustento social del nuevo gobierno, así como la unidad y el fortalecimiento del movimiento sindical y popular en torno a la CGTP y la Coordinadora Política y Social, los frentes regionales y el conjunto de organizaciones sociales, las mismas que seguirán jugando un rol decisivo en la defensa de los derechos de los trabajadores y el pueblo. Llamamos al PNP a mantener un diálogo franco y de cara ante el pueblo, para que Gana Perú se fortalezca como la Gran Confluencia que reclama el pueblo y que el próximo gobierno de Ollanta Humala necesita. Somos consientes que los tiempos que se avecinan no serán de tranquilidad. Las expectativas y esperanzas de los sectores progresistas en el próximo gobierno se mantienen expectantes, pero simultáneamente las presiones de la gran burguesía y de los perdedores, se intensifican y amenazan seriamente la victoria conseguida por el pueblo y las fuerzas progresistas. Hay un gran embalse de demandas sociales acumuladas y decenas de conflictos en curso, y, de otro lado el gobierno de García, está dejando peligrosas bombas de tiempo para hacer fracasar al gobierno. La lucha entre estos dos caminos ya se ha expresado en estos días de transición. Mientras la gran burguesía intenta por todos los medios imponer su política operando en los más altos niveles, los pueblos de Puno, del centro, de todo el sur, se levantan con la misma demanda: parar la ofensiva de las transnacionales, del neoliberalismo. Ante estas perspectivas, las organizaciones de la izquierda socialista consideramos de imperiosa necesidad histórica mantener la lucha contra el modelo neoliberal. Creemos que un crecimiento basado fundamentalmente en las industrias extractivas y en el poder de las transnacionales, sólo puede engendrar mayores desigualdades sociales, profundizar los problemas del medio ambiente y el sistema ecológico, y empujar al país a un futuro muy incierto y vulnerable frente a los vaivenes de la economía capitalista mundial. Por ello seguiremos levantado las banderas de lucha de la “gran transformación social” prometidas por Ollanta Humala y Gana Perú durante la campaña electoral. Nueva constitución, Educación y Salud Pública, Negociación Sindical y Trabajo digno, Lucha contra la corrupción, Rendición de cuentas de las Autoridades elegidas, Política internacional integracionista, Libre, Soberana y de autodeterminación de los pueblos, Descentralización, Industrialización del país, Desarrollo agrario y seguridad alimentaria nacional, Recuperación de la soberanía nacional de los recursos nacionales. En suma, el contenido del programa mínimo, debe garantizar plenamente la democracia en el Estado y los diversos niveles de la sociedad, en este marco debe resolver con carácter urgente la restitución plena de los derechos laborales y el aumento del salario mínimo, la aplicación de la consulta previa a los pueblos originarios, y la implementación efectiva de las urgentes políticas sociales, y avanzar en las grandes reformas sociales anunciadas en la campaña electoral. La crisis económica internacional y los recientes acontecimientos en Europa, demuestran de manera clara que el capitalismo no puede solucionar los problemas de la humanidad, por el contrario hoy más que cualquier otro tiempo representa un serio peligro.  El capitalismo históricamente sólo puede provocar barbarie, nuevas crisis, guerras como la de Irak, Libia, Afganistán, brutales agresiones contra los trabajadores como en Europa, una gran inestabilidad económica en todo el mundo, y un deterioro creciente de la naturaleza y de las condiciones más elementales de la vida en nuestro planeta.     V   Reconocemos autocríticamente que las condiciones imperantes en el país y nuestras propias debilidades no nos han permitido tener una victoria suficientemente contundente como para lograr ahora un objetivo mayor, faltó constituir con antelación un gran frente o una confluencia democrática patriótica y una organización de izquierda, unitaria y sólida.  La esperanza de los sectores populares es que el próximo gobierno de “amplia concertación”, pueda tener una orientación progresista, democrática y patriótica, que impulse un “crecimiento económico con inclusión social” y comience con las grandes reformas que requiere el país.   Señalamos con firmeza, que no toleraremos ni conciliaremos con la corrupción que OH se comprometió a combatir frontalmente. En ese sentido exigimos se deslinde con el caso Alexis Humala, hecho que ha abonado a la campaña sucia destinada a deslegitimar al gobierno entrante. Esperamos que el mensaje a la nación del 28 de julio, recoja las aspiraciones por las que votó el pueblo.  La UI plantea las siguientes reivindicaciones que deben ser satisfechas plenamente porque son justas y en coherencia con las promesas realizadas por Ollanta Humala: a) Defensa irrestricta de la democracia, los derechos humanos y las libertades ciudadanas, sanción para los violadores de derechos humanos y reparación para las víctimas. b) Lucha frontal contra la corrupción y la impunidad. c) Reforma del Estado sobre la base de una nueva constitución o una exhaustiva reforma constitucional, especialmente del capítulo económico y los derechos del trabajo. Impulso de una verdadera descentralización del país y atención a las regiones más pobres, con escasos recursos y con mayores índices de pobreza.   d) Generación de empleo estable y bien remunerado, eliminación de los regímenes que recortan los derechos laborales en el sector público y privado; restitución de los derechos del trabajo en base a una ley general del trabajo, derogatoria de los decretos inconstitucionales que criminalizan la protesta y corte de juicio para los dirigentes sociales enjuiciados por ejercer el derecho a la protesta. Aumento del salario mínimo a 750 soles. e) Establecimiento de un sistema de seguridad social universal que cubra la las necesidades de toda la población y reorganización y moralización de ESSALUD.    f) No privatización y defensa de las empresas estratégicas y de los servicios fundamentales: agua, educación y salud; mayor presupuesto para esos servicios esenciales. g) Reforma tributaria a fondo, empezando por el impuesto a las sobre ganancias mineras y otros h) Recuperación del gas de Camisea para los peruanos, construcción del gaseoducto sur andino  y masificación del uso del gas en el consumo domiciliario, la industria, el transporte y la petroquímica.    i) Lucha frontal contra la pobreza, basada fundamentalmente en la generación de trabajo con derechos y en lo inmediato, mediante el fortalecimiento de los programas sociales, administrados honestamente ; puesta en marcha de manera sostenida de los programas sociales propuestos en la campaña. j) Impulso de la industria nacional y de los productores del campo, apuntando a superar el modelo primario exportador, generar trabajo y alcanzar soberanía alimentaria y energética. k) Ejecución de grandes obras de infraestructura que permitan crear las condiciones materiales para la industrialización del país. l) Atención preferente a los más pobres, sobre todo a las comunidades andinas y amazónicas. m)  Defensa del medio ambiente, aprobación y aplicación rigurosa de la ley de consulta previa y el establecimiento de un plan nacional de explotación minera, concertado con la población. n) Implementar integralmente la reforma educativa, con los maestros como protagonistas, comenzando por resolver los problemas de las universidades e institutos superiores, y realizando un viraje efectivo a favor de la innovación la ciencia y la tecnología.   VI   La Unidad de las Izquierda, se compromete ante el pueblo a desarrollar todos los esfuerzos para constituirse en un frente político real de las fuerzas que luchan por el socialismo. La UI impulsará un debate interno y abierto para evaluar la experiencia de la izquierda con la finalidad de rescatar lo valioso y corregir lo equivocado. La izquierda socialista sólo podrá cumplir sus deberes políticos si se mantiene firme en su compromiso histórico. La lucha será larga, tendremos que seguir caminos complejos, como el que estamos viviendo ahora en nuestro país, y en el conjunto de América Latina. La lucha por la democracia, el progreso, la independencia nacional, hoy en día constituye la forma concreta como avanzamos hacia el futuro socialista.   Lima, 16 Julio del 2011   El CD Unidad de Izquierda   Roberto de la Cruz Huamán, Secretario Geneneral del PCP Victor Oliva Miguel, Secretario General del PSR Aída Garcìa Naranjo, Secretaria General del PS Hugo Rodriguez, Secretario General de Voz Socialista José Pacheco, Secretario General de Pueblo Unido Victoriano Lazaro, Presidente del FEDEP

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