Irán en el punto de mira de EE.UU.

Danielle Bleitrach

socio13.wordpress

Tras utilizar a Francia, según lo previsto, para lanzar una ofensiva en Libia y haber transferido la operación a la OTAN, EE.UU. sigue avanzando hacia su objetivo: Irán
Hay que describir alguna de sus maniobras que, aunque bastante avanzadas, todavía no salen a la luz. No volveremos a hablar de Libia, pero se hace cada vez más evidente que la operación tenía como objetivo no sólo el control de los recursos energéticos libios, sino el de situarse en el interior del mundo árabe (también Magreb y África), sacudido por revueltas populares. Es más interesante intentar esclarecer otros puntos estratégicos, todavía parcialmente ocultos, a través de los que EEUU avanza hacia su triple objetivo:1) asegurarse el dominio de la energía mundial; 2) controlar y dividir por la fuerza el revuelto mundo árabe; 3) en un futuro apuntar a Irán y, sin duda, más allá.
Primera evidencia: la reorganización del mundo árabe alrededor de la hegemonía saudí. La participación de Bahrein en la intervención saudí no es un hecho aislado que se deba simplemente a la existencia de una base militar norteamericana, sino a algo que debe ser analizado desde el punto de vista del control prioritario del Golfo Pérsico y de Irán, y de un intento de controlar el mundo árabe por una alianza de facto de los saudíes con Egipto e Israel. Las revueltas del mundo árabe serán aprovechadas no sin habilidad. Éstas serán utilizadas contra los dictadores que se resisten a EEUU, mientras ayudan a reprimir los pueblos que se oponen a los aliados de EEUU.
Basándose en ello, el análisis chino (del que hablaremos más adelante) sobre lo que está ocurriendo en Libia muestra preocupación por este país y denuncia los objetivos perseguidos: la invasión de Libia confirma la existencia de una estrategia imperialista y de tácticas frente a problemas internos. Se puede añadir el hecho de que utilizando al mismo tiempo las ambiciones del presidente egipcio de la Liga Árabe, las preocupaciones de este país y de otros acerca del movimiento popular, se pudo arrastrar a algunos países árabes, gracias a la actuación de Francia. En un primer momento se decidió aumentar, incluso crear el clima de insurrección en la región de Bengasi -explican los analistas chinos-; luego, puesto que Gadafi ponía en peligro dicha rebelión, hubo que iniciar la ofensiva con el recurso de simpre: campañas mediáticas y el pretexto humanitario, siendo Sarkozy el desencadenante de la operación.
Segunda evidencia: ver cómo los americanos y los europeos que controlan el 90% de la información mundial lanzan el tema de la guerra humanitaria, basándose en la denuncia, a veces real, de las represalias contra al pueblo y “mejorando” su campaña de marketing con alguna mentira burda destinada a “calentar la opinión pública”. Además, es preciso señalar que desde hace un año EEUU ha vuelto a participar en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que había boicoteado hasta este momento. La última sesión del Consejo de Derechos humanos, donde Europa se encontraba literalmente sumergida bajo los votos del Tercer Mundo, demuestra que la llegada de EEUU y de una embajadora dedicada a tiempo completo a este puesto, Eileen Donahoe, consiguió dividir aquello que parecía formar un bloque homogéneo. La gira de Obama por América Latina en paises como Brasil y Chile servía de apoyo a la estrategia que consiste en abordar problemas de manera transregional, multilateral y, de hecho, en aislar a los paises que se pretende atacar, combinando la desestabilización interna, propaganda mediática y campañas sobre los derechos humanos.
Tercera evidencia: basta entonces con fijarse en el país al que está destinada esa estrategia para comprender qué operación se prepara. El nombramiento de un informador sobre Irán y la violación de los Derechos Humanos es una gran victoria para Washington; no sólo porque de esta manera se acusa a Irán por primera vez en nueve años, sino que igual que se hizo con la Liga Árabe, parece que el voto de Brasil fue comprado a cambio de un escaño permanente en la ONU, lo cual presenta una doble ventaja en la división del frente antiimperialista, el BRIC, y al mismo tiempo, ofrecer un escaño en el Consejo de Seguridad a un país que ya no se desconsidera. Pero éste no es su objetivo principal, aunque la ONU tenga para la administración Obama una importancia que se había perdido durante el mandato de Bush. El principal objetivo es el de “trabajar” la opinión internacional, utilizando el palo y la zanahoria con los dirigentes, y las campañas mediáticas con los pueblos para que no protesten.
Frente a esas grandes maniobras, aunque es evidente que Irán no puede ser considerado como un país donde no se violan los derechos humanos –es una atenuación–, es necesario darse cuenta de lo que está en juego realmente y qué análisis, qué política y estrategia debemos adoptar comunistas y fuerzas progresistas.
Estas maniobras imperialistas no pretenden asegurar el triunfo de los derechos humanos, el respeto de la democracia y la paz en el mundo, de eso podemos estar seguros.
Lo que buscan es precisamente lo contrario: hacerse con recursos energéticos, asegurar una dominación que no vacile e imponer un modelo económico que provoque revueltas, endeudamiento, pillaje, múltiples crisis –energética, climática, alimentaria-. Por eso no sólo se trata de hacerles la vida cómoda a los tiranos, sino sustituir a los que ya existen por otros, corruptos y clientes de EEUU.
Finalmente, para imponer esa estrategia de dominación, EEUU se basa sobre estas dos herramientas de poder:
1) la dominación militar; un ejército que solo es más potente que todos los demás juntos y que utiliza su potencial de amenaza para formar coaliciones y para mantener la armada de la OTAN. En sus operaciones, debido a su evidente superioridad, hace de policía, pero crea caos y sufrimiento propios de un ejército de ocupación.
2) la dominación mediática que sirve para favorecer esas operaciones con una mezcla de indignación y apatía.
Todo eso se debe a que la verdadera dominación de EEUU, la financiera, está amenazada por el crecimiento de China. Es bien sabido que en EEUU existe una fuerte corriente que pretende atacar a este país antes de que crezca aún más.
Para finalizar, hay que apuntar que el ataque a Irán es el más peligroso; ya vimos lo que es lo nuclear en el contexto de una catástrofe natural, imaginemos un ataque contra las centrales iraníes. Además, por el estrecho de Ormuz transita la mayor parte de la energía mundial, el 40% de un país como China (¿a lo mejor es eso lo que se pretende?), así que imaginen las consecuencias.
De modo que es necesario oponerse a esta estrategia imperialista que amenaza la paz de una gran parte de la humanidad, no defendiendo lo que no se puede defender, sino mostrando lo que está realmente en juego. Hay que promover unas negociaciones que impliquen a otros países que no sean los de occidente y EEUU.
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- Traducido por Natalia Litvina para CEPRID
Tomado de: http://www.lahaine.org/

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