Los DDHH no estuvieron en la agenda del primer año de gobierno de Ollanta Humala.
De Cecilia Quiroz Quiroz, el Viernes, 20 de Julio de 2012 a la(s) 16:40 ·
María Elena Castillo/
El primer año de gobierno del presidente Ollanta Humala estuvo signado de ausencias en el tema de derechos humanos, a diferencia de la campaña electoral, en que se comprometió a tomar medidas concretas.
En el Plan para la Gran Transformación el entonces candidato presidencial ofreció pagar las reparaciones económicas, impulsar las investigaciones judiciales, respetar las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, aplicar las reformas institucionales recomendadas por laComisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), así como crear un ente rector para las políticas de derechos humanos.
Incluso, en mayo del 2011 firmó el Acuerdo Nacional, comprometiéndose a la adhesión del Perú a los tratados, normas y principios del derecho internacional, con especial énfasis en derechos humanos.
Su primer cambio fue con la Hoja de Ruta, hecha para ganar la segunda vuelta electoral: no hubo una línea sobre el tema.
Al asumir el cargo, el 28 de julio del 2011, se limitó a decir que cumpliría el pago de las reparaciones individuales y colectivas, para poner fin a las secuelas de la violencia.
SE HA RETROCEDIDO
En opinión de los organismos de derechos humanos, muy poco es lo que se ha hecho, y más bien se ha producido un retroceso.
El informe "Un año del gobierno de Ollanta Humala: ¡Ni un muerto más!", presentado ayer por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, advierte que ello se refleja en los muertos, heridos y la criminalización de las protestas sociales, así como el recorte de libertades fundamentales mediante el estado de excepción.
"La democracia es precaria en Perú, pero ahora más que nunca, la excepcionalidad se convierte en regla trastocando el incipiente proceso de ciudadanía desplegado después de la dictadura fujimorista", alertó la secretaria ejecutiva de esta organización, Rocío Silva.
Agregó que si bien la creación del Viceministerio de Derechos Humanos en el Ministerio de Justicia hizo pensar que podrían venir mejores tiempos, sin embargo, las decisiones tomadas frente a los conflictos sociales y el silencio en otros temas demuestran que ha habido un repliegue.
ASPECTOS PENDIENTES
La responsable del área legal de la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh), Gloria Cano, indicó que entre las tareas pendientes figura el cumplimiento de las sentencias de la Corte IDH, en el pago de las reparaciones y en las ceremonias de disculpas públicas.
Detalló que no se han ejecutado los fallos por los asesinatos de Bernabé Baldeón, Saúl Cantoral y Consuelo García, así como la desaparición de Kenneth Anzualdo, entre otros.
Carlos Rivera, abogado del Instituto de Defensa Legal (IDL), dijo que poco se ha avanzado en la judicialización de las denuncias sobre violaciones de derechos humanos, en gran parte porque el Ministerio de Defensa no envía la documentación solicitada por la Fiscalía y el Poder Judicial para identificar a los responsables.
Además, cuestionó que el gobierno, en su afán por negar las ejecuciones extrajudiciales cometidas por los llamados "gallinazos" tras el operativo Chavín de Huántar, termine defendiendo a Vladimiro Montesinos y los otros tres procesados en el fuero interno.
La presidenta de la Coordinadora Nacional de Víctimas de la Violencia Política (CONAVIP), Doris Caqui, afirmó que ellos son los más defraudados, pues no se ha derogado el Decreto Supremo 051, que cierra el Registro Único de Víctimas, fija las reparaciones en 10 mil soles por familia y prioriza el pago a los ancianos.
"En el MEF nos han dicho que hay dinero, pero que depende del presidente", relató indignada.
ENFOQUE
Los derechos humanos como instrumento Salomón Lerner F. Ex presidente CVR
Pareciera que existe un progresivo retroceso en el discurso de Ollanta Humala sobre los derechos humanos. De candidato señaló que respetaría el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) y cumpliría con la justicia: reparaciones para las víctimas y vigencia de la justicia penal para los violadores. También expresó que pondría en marcha reformas institucionales, para así vivir en una sociedad democrática y reconciliada.
En la Hoja de Ruta, quizás para asegurar su elección, casi no tocó el tema. Y ya en su discurso como presidente, sólo habló de reparaciones económicas.
Se ha creado el Viceministerio de Derechos Humanos, mas pareciera no tiene mucho poder ni presupuesto. Esperemos que su trabajo en el Plan Nacional de Derechos Humanos sea serio y se aplique.
Hay que anotar, además, que la reacción gubernamental ante los conflictos sociales, si bien parece ser legal, roza en ocasiones con la ilegitimidad, pues tiende a criminalizar, en forma generalizada, la protesta y suele atropellar personas indebidamente. Por lo señalado nace la pregunta: ¿Humala usó los derechos humanos sólo como instrumento para llegar al poder? Tiene cuatro años para desbaratar esa tesis.
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