.¿LA ÚNICA RESISTENCIA QUE HALLARON LOS ESPAÑOLES EN EL TAHUANTINSUYO FUE LA RESISTENCIA MILITAR?
¿LA ÚNICA RESISTENCIA QUE HALLARON LOS ESPAÑOLES EN EL TAHUANTINSUYO FUE LA RESISTENCIA MILITAR?
Hace más de 400 años que los españoles llegaron al territorio del Tahuantinsuyo (1527-1528), y obedeciendo intereses mezquinos, invadieron nuestro suelo haciendo gala de su barbarie y criminalidad, prueba de ello son los miles y miles de indígenas muertos durante este infausto proceso. El presente artículo no pretende sino mostrar un aspecto de este proceso. Se dijo durante mucho tiempo que la única resistencia que encontraron los españoles fue de carácter militar, representada primero por las fuerzas quiteñas y posteriormente por los cusqueños al mando de Manco Inca y sus hijos, sin embargo hubo también una resistencia de carácter ideológica o religiosa tan importante como la primera y que los científicos sociales suelen denominar movimientos nativistas o cultos de crisis.
¿Qué eran los movimientos nativistas o cultos de crisis?
Según Fernando Silva Santisteban por aculturación debe entenderse “el conjunto de fenómenos que resulta del contacto directo continuado de grupos de individuos que participan de culturas diferentes “Precisamente una de esa variables lo constituye las “respuestas recusativas o rechazos” que se produce cuando los cambios introducidos por el grupo dominante, en este caso los españoles, son tan violentos que el grupo sometido, los indígenas, se niegan a aceptarlos y se esfuerzan por resistirlos y desecharlos, originándose movimientos contra aculturativos a través de los cuales la sociedad sometida exalta sus valores , modos de vida, moviéndose agresivamente entre la realidad y la fantasía, buscando la restauración de determinados aspectos de su cultura aun dentro de su tacita impotencia. En el aspecto religioso estas formas recusativas incluyen una serie de reacciones: denominadas en el Perú, “movimientos nativistas” o “cultos de crisis” siendo el más importante el denominado como: Taky Onqoy.
¿En qué Contexto histórico cultural surge el Taky Onqoy?
La captura, encarcelamiento y ejecución de Atabalipa (1532-1533), fue el hecho decisivo que hizo posible la ocupación española del Tahuantinsuyo. La guerra entre las Panakas Anan y Urin personificadas entre Wasqha y Atabalipa y las alianzas formadas entre los españoles y los caciques regionales entre otros factores, facilitaron su rápido sometimiento. El aumento de la población española y la ocupación del territorio, que alguna vez perteneció al Imperio Inca, por parte de sacerdotes, mineros, mercaderes y burócratas provenientes de Europa causaron un enorme impacto en la población indígena. Nathan Wachtel plantea la desestructuración del mundo andino tradicional al contacto con la invasión española, que implico trastornos en diversos ordenes sobre todo en su concepción del mundo. Paralelamente, los grupos étnicos no cusqueños empezaron a elaborar sus propias interpretaciones de la conquista y colonización. “Destruido el estado Incaico, en regiones como Huarochirí, Huamachuco o Huamanga, se va procesando la situación social y la fragmentaria catequización, para construir ideologías locales que expliquen a sus comunidades el carácter de la catástrofe acaecida”. (Luis Millones).
¿Qué era el Taky Onqoy?
En 1565 , a treinta y tres años de la captura del Inca Atabalipa en Cajamarca, y edad en la que murió Jesús , surgió en los Andes en el corregimiento de Parinacochas un movimiento religioso de antiguas raíces andinas que recibió el nombre de Taky Onqoy, traducido como “enfermedad del canto” o “enfermedad del baile” denominado así porque sus predicadores (dos hombres ,uno de ellos llamado Juan Chocne, y dos mujeres que se hacían llamar María y María Magdalena), realizaban movimientos extraños, no comunes, como el de temblar, caerse, bailar de una manera exagerada, debido a que las huacas se habían metido en sus cuerpos. Según el visitador eclesiástico Cristóbal de Albornoz, el movimiento se habría originado en Huamanga, Ayacucho, pero logró expandirse por el norte hasta Jauja, Lima, Huancavelica y por el este hasta el Cusco, Apurímac y la región de Charcas y no "… perdió su vigor hasta después de la campaña contra la idolatría realizada a fondo por Albornoz, que llevó de dos a tres años y en la que se condenó a más de 8000 indios" (Luis Millones).
El Taky Onqoy expresaba la desilusión de los indígenas frente a todo aquello que significaba la presencia española en el mundo andino: epidemias, escasez de cosechas, cargas tributarias y exigencias personales exageradas. Por ello el movimiento propugnaba no solo la expulsión de los españoles al mar sino también prometía a los andinos la restauración de la buena salud y la abundancia de comestibles. El Taky Onqoy abarca así no sólo la conciencia del trauma de la conquista y la derrota de los dioses sino también las muy tangibles necesidades del cuerpo. Para 1565 ya se había hecho clarísimo que el desastre ecológico traído por la invasión europea literalmente deletreaba el final físico de la población andina. Guaman Poma le ruega al dios de los cristianos una y otra vez que al menos les otorgue a él y a su gente la continuidad biológica. En su nueva crónica no cesa de repetir y clamar: "Que no nos acabemos…". Para que las huacas agrupadas en torno a la huaca de Pachacamac y a la huaca del Titicaca pudieran vencer al dios cristiano era necesario que recobrasen su vitalidad a través de los rituales, ya que en casi todas las religiones la energía de los dioses se sustentaba en la constancia con que los fieles mantenían la vida ceremonial en su honor, pues el ritual era el alimento de los dioses. Al respecto Molina decía: "las huacas andaban por el aire, secas y muertas de hambre; por que los indios no le sacrificaban ya, ni derramaban chicha". Pero la falta de los indios no concluía en este abandono, iba más allá pues los indios se habían bautizado entregándose al ritual católico.de allí la importancia de abandonar al dios cristiano y realizar los rituales tradicionales. El camino de la salvación comenzaba con repetir fórmulas conocidas en los antiguos rituales prehispánicos: ayuno de varios días que implicaba no comer sal, ají ni maíz de colores y no tener relaciones sexuales. Además “Estas divinidades locales exigían la lealtad de sus gentes, las cuales por lo tanto no debían poner pie en las iglesias ni escuchar a los evangelistas, ni comer alimentos españoles, ni tampoco vestir ropajes españoles so pena de ser convertidos en animales”. (Sara Castro –Klaren). Los fieles al movimiento recibirían todas las bendiciones de las huacas pues “les yría bien en todos sus negocios y tendrían salud ellos e sus hijos y sus sementeras se darían bien (Polo de Ondegardo). Paradójicamente, las huacas amenazan a los que las traicionan, es decir aquellos que colaboran con los europeos, con hacer realidad el más profundo temor que en sí anima su culto: el terror del fin irreversible de toda una etnia, es decir el holocausto. Las huacas "habían sembrado muchas chacras de gusanos, para plantarlos en los corazones de los españoles, ganados de Castilla y los caballos y de los indios que permanecen en el cristianismo"(Molina).
Aunque hay constancias de la presencia del Taki Onqoy en el siglo XVII la presencia de Cristóbal de Albornoz sirvió para desarticular el movimiento. Los principales líderes, Juan Chocne y las dos Marías recibieron un castigo inmediato, quedando consignados en la Doctrina de Santiago del Cercado (Lima) donde al parecer permanecieron hasta su muerte.
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