El imperialismo salvaje de los Estados Unidos (Descargar Texto Pdf)

Noam Chomsky
El Viejo Topo 277 / febrero 2011

Este es un extracto de una charla dada por Noam Chomsky en junio de 2010, y que ha sido recientemente publicada por Z magazine. De nuevo Chomsky regresa al tema del Oriente Medio, al que entronca con la propia historia de Estados Unidos y la doctrina del Destino Manifiesto.
(Fragmento)
Es tentador volver al inicio. El inicio se remonta a una fecha bastante lejana, pero resulta útil reflexionar sobre algunos aspectos de la historia de los Estados Unidos que inciden directamente sobre la actual política estadounidense en el Oriente Medio. En más de un sentido, los Estados Unidos son un país bastante inusual. Quizás sea el único país del mundo que fue fundado como un imperio. Era un imperio-niño –como le llamara George Washington– y los padres fundadores tenían grandes aspiraciones para él. El más liber tario deellos, Thomas Jefferson, pensaba que ese imperio-niño debíaexpandirse y transformarse en lo que denominó el “nido” desde el cual se colonizaría todo el continente. Se barrería a “los rojos” –esto es, los indios–, que serían expulsados o exterminados.
Los negros serían enviados de regreso a África cuando ya no se necesitaran, y los latinos serían eliminados por una raza superior.
La conquista del territorio nacional
A lo largo de toda su historia EEUU, ha sido un país muy racista y no solo antinegro. Esa era la visión de Jefferson, y los demás más o menos concordaban con él. Así que se trata de una sociedad colonialista de pobladores inmigrantes. Ese colonialismo es, con mucho, el peor tipo de imperialismo, el más salvaje, porque exige la eliminación de la población autóctona. Creo que eso guarda cierta relación con el apoyo decidido que le brindan los Estados Unidos a Israel, que es también una sociedad colonialista fundada por pobladores.
Sus políticas son como un eco del sentido de la historia  norteamericana.
Es como volver a vivirla. E incluso más, porque los primeros colonos de los actuales Estados Unidos eran religiosos fundamentalistas que se consideraban hijos de Israel y obedecían el mandamiento divino de asentarse en la tierra prometida y asesinar a los amalequitas, etc., etc. Fueron los pri meros colonos de Massachusetts.
Todo se hizo con el mayor altruismo. Así que, por ejemplo,Massachussets (el Mayflower y todo ese asunto) recibió sus estatutos fundacionales de manos del Rey de Inglaterra en 1629. Esos estatutos les encomendaban a los colonos la tarea de salvar a la población autóctona del infortunio del paganismo.
Y, de hecho, el gran sello de la colonia de la Bahía de Massachussets muestra a un indio con una flecha que apunta hacia abajo, un símbolo de paz. Y de su boca sale un escrito que dice: “Venid y ayudadnos”. Ese es uno de los primeros ejemplos de lo que hoy se denomina intervención humanitaria.
Y es típico de otros casos hasta el presente. Los indios les su plicaban a los colonos que vinieran a ayudarlos, y los colonos obedecían, altruistamente, el mandamiento divino de venir a ayudarlos. Resultó que los ayudamos exterminándolos, lo que se consideró bastante desconcertante. Alrededor de los años veinte del siglo XIX, un juez del Tribunal Supremo escribió sobre esta cuestión. Decía que era un tanto extraño que a pesar de todo nuestro altruismo y nuestro amor por los indios, estos se agostaran y se dispersaran como “las hojas de otoño”.
¿Cómo era posible? Añadía que la divina voluntad de la  providencia“trasciende la comprensión humana”. Es la voluntad de Dios. No podemos aspirar a entenderla. Esa concepción –llamadaprovidencialismo– consistente en pensar que obedecemosinvariablemente la voluntad de Dios ha llegado hasta el presente. Hagamos lo que hagamos, estamos obedeciendo la voluntad de Dios.
EEUU es un país muy religioso; es un país en el que las creen cias religiosas desempeñan un papel inusual. Un gran porcentaje de la población –no recuerdo la cifra exacta, pero es muy alta– cree literalmente en lo que dice la Biblia, y parte de esa creencia consiste en apoyar todo lo que haga Israel, porque Dios le prometió a Israel la tierra prometida. Así que tenemos que apoyarlo. Esas mismas personas –un núcleo sustancial de sólido apoyo a cualquier cosa que haga Israel– son, a la vez, los antisemitas más extremos del mundo. Hacen que Hitler parezca bastante moderado. Confían en el aniquilamiento casi total de los judíos después del Armagedón. Haytoda una larga historia sobre este asunto que es literalmente creída por gente muy importante: probablemente por gente como Reagan, George W. Bush y otros. Se vincula con la historia co lonialista del sionismo cristiano, que precedió ampliamente al sionismo judío y es mucho más fuerte. Proporciona una sólida base de decidido respaldo a cualquier cosa que haga Israel.
La conquista del territorio nacional fue un asunto bastante feo. Así lo reconocieron algunos de sus protagonistas más honestos, como John Quincy Adams, el gran estratega del expansionismo, teórico del Desti no Manifiesto,  etc. En sus últimos años, mucho después de que sus propios crímenes horrendos hubieran quedado ya en el pasado, lamentó lo que llamó la suerte de “esa infeliz raza de nativos americanos que estamos exterminando con tan inmisericorde y pérfida crueldad”.
Dijo que ese era uno de los pecados por los que nos castigaría el Señor. Aún estamos esperando (…)

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