Feminismo y antifeminismo: dos caras de una misma moneda. El principio de la polaridad aplicado al capitalismo
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Por un lado, es un hecho innegable que la mayor parte de las organizaciones feministas más representativas de nuestros días están financiadas con cantidades multimillonarias por grandes fundaciones neoliberales estadounidenses como la Open Society, la Fundación Ford o la Fundación Rockefeller [1], y que el ideario feminista es hoy aceptado y asumido de principio a fin por todos los Estados capitalistas aliados de los Estados Unidos. Es decir, el credo feminista es parte esencial del ideario del capitalismo transnacional liderado por Estados Unidos. Lo que resulta curioso es que las personas que más se están significando públicamente en la crítica del feminismo sean también neoliberales ortodoxos y anticomunistas militantes, muchos de ellos con probados vínculos con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, como es el caso de Agustín Laje y Nicolás Márquez [2], formados ambos en el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa (o CHDS por sus siglas en inglés, estrechamente vinculado a la antigua Escuela de las Américas), donde se especializaron en técnicas de contrainsurgencia
Por un lado, es un hecho innegable que la mayor parte de las organizaciones feministas más representativas de nuestros días están financiadas con cantidades multimillonarias por grandes fundaciones neoliberales estadounidenses como la Open Society, la Fundación Ford o la Fundación Rockefeller [1], y que el ideario feminista es hoy aceptado y asumido de principio a fin por todos los Estados capitalistas aliados de los Estados Unidos. Es decir, el credo feminista es parte esencial del ideario del capitalismo transnacional liderado por Estados Unidos. Lo que resulta curioso es que las personas que más se están significando públicamente en la crítica del feminismo sean también neoliberales ortodoxos y anticomunistas militantes, muchos de ellos con probados vínculos con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, como es el caso de Agustín Laje y Nicolás Márquez [2], formados ambos en el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa (o CHDS por sus siglas en inglés, estrechamente vinculado a la antigua Escuela de las Américas), donde se especializaron en técnicas de contrainsurgencia
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