La Gran Conspiración de los Indios de Lima

 Uno de los pasajes más fascinantes del periodo virreinal y que deja en evidencia un proyecto independentista planificado principalmente por indios y mestizos es el que ocurrió en Lima hacia el año de 1666. Los conjurados planificaron el intento de rebelión más grande del siglo XVII, ya que implicaba una revuelta general que habría de abarcar: Lima, Yauyos, Huarochiri, Chachapoyas, Cajamarca, Huancavelica, Huánuco, Huamalies, Huaylas, Jauja, Jaén y la Gobernación de Quito.

En diciembre de 1666 se reunieron en el pasaje de Remangaenaguas (lugar del Rímac) un grupo de caciques, gobernadores, nobles, comerciantes y caudillos indígenas para planificar lo que sería la "más grande rebelión que se ha visto en estos reinos". Los conspiradores eran apoyados por dos indígenas limeños de buena economía llamados Juan Ordóñez y Andrés Arenas que cedieron sus casas para las reuniones.
Los conspiradores acordaron que la rebelión debía de estallar el 6 de enero de 1667 en varios puntos del virreinato, incluyendo una incursión militar hacia Los Reyes (Lima) para tomar el control de la capital y el gobierno. Los conspiradores entendieron que para conseguir la caída de Lima no solamente debían valerse de un ataque externo basado en un cerco a la ciudad, que podría ser repelido por las fuerzas militares, sino que primero debían de atacar los activos estratégicos (depósitos, palacio, municipio, solares, etc.) de la ciudad de manera sorpresiva, para que recién las milicias de indios rebeldes comenzaran el cerco.
Los desacuerdos internos entre algunos de los líderes hicieron que uno de ellos, Diego Lobo, desistiera y denunciara la conspiración ante las autoridades. Algunos de los implicados fueron capturados y encarcelados a excepción de Gabriel Inca Manco Cápac quien huyó hacia la sierra. A los detenidos se les encontró cartas, planos de la ciudad, dinero y hondas.
En las cartas encontradas a los conspiradores se evidencia su descontento con respecto al gobierno de los españoles, los abusos de los corregidores y hacendados contra los indios, la usurpación de tierras y cargos, la corrupción política en general, entre otros diversos motivos. En el plano económico el ejercicio del monopolio en el comercio por parte de los “subdelegados, justicias y mandones”, la “fijación arbitraria de los precios de los productos naturales”, los precios excesivos de los repartos, el acaparamiento desproporcionado de las cosechas, el cobro injustificado, excesivo e irregular de los tributos anuales, etc.
“se les tiene hallado insignias como los que el Inca usaba”. (Martin de llzarbe, 1667)
“Se apresó a estos malhechores de dicha provincia y se les halló las armas, banderas coloradas y pertrechos almacenados, denotando el alsamiento“. (Cap. Francisco de Córdova, 1667).
“Los indios conjurados habían elegido por señor a un tal Gabriel Manco Cápac, y aunque habiendo guardado cautela por bastante tiempo se aprestaban a matar a todos los españoles y autoridades de esta comarca”. (Pedro de Garay, 1667)
Referencias:
.- Gobierno, documentos y obra de Don Pedro Antonio Fernández de Castro, X Conde de Lemos y Virrey del Perú, IHP (1948)
.- Francisco del Castillo: el Apostol de Lima, Armando Nieto Vélez (1992).
.- D. Pedro Antonio Fernández de Castro: Conde de Lemos y Virrey del Perú, Rubén Vargas Ugarte (1965).
.- Crisis and Decline: The Viceroyalty of Peru in the Seventeenth Century, Kenneth J. Andrien (1985).
.- El Corregidor de indios en el Perú bajo los Austrias, Guillermo Lohmann Villena (2001).
.- Los obrajes en el virreinato del Perú, Fernando Silva Santisteban (1964).
.- El conde de Lemos: virrey del Perú, Guillermo Lohmann Villena (1946).

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