PERÚ: EMANCIPACION PERUANA CON FIDELISTA ARISTOCRACIA COLONIAL E INTELECTUALES REACCIONARIOS por JAIME DEL CASTILLO JARAMILLO




PERÚ: EMANCIPACION PERUANA CON FIDELISTA ARISTOCRACIA COLONIAL E INTELECTUALES REACCIONARIOS

El reconocido historiador Alberto (Tito) Flores Galindo (Bellavista, Callao 28 de mayo de 1949-Lima 26 de marzo de 1990) (AFG), fue compilador de un par de tomos titulado “Independencia y Revolución 1780-1840” siendo que sendos escritos nos van a servir para echar mayores luces sobre el tema que nos concita, como es el proceso de la emancipación, el enfoque del alma nacional y los males presentes; el acotado historiador pone en vitrina un hecho que no debemos dejar de lado, cuando dice:

“Pero en la comparación entre el presente y el pasado, la primera diferencia que se advierte es el ‘tiempo corto’ en el ocaso del orden colonial español: en unos pocos años entre 1809 y 1825, se derrumba un sistema que tenía la antigüedad de tres siglos. En realidad las revoluciones y las guerras fueron todavía más aceleradas: en 1815 Bolívar era un insurgente fracasado que encuentra precario refugio en Jamaica, mientras en Sudamérica Buenos Aires se batía dificultosamente con los realistas. Diez años después los españoles habrán perdido un inmenso territorio que iba desde Santa Fe (ahora Estados Unidos) hasta las regiones australes de los araucanos: 15 millones de habitantes dejarían de ser colonos de España y las posesiones americanas de ésta se reducirían a dos islas, Cuba y Puerto Rico.” (pag. 7, “La Crisis de la Independencia: El Perú y Latinoamérica” en ‘Independencia y Revolución 1780-1840’ Tomo 1, compilador Alberto Flores Galindo, Instituto Nacional de Cultura, primera edición, Lima 1987)

Efectivamente, España pierde sus colonias en cortísimo tiempo por muchas razones, las económicas y en rigor histórico ya las mencioné en un inmediato envío anterior y a él me remito para todos los efectos.

Habría que echar luces sobre otras razones como por ejemplo: La falta de espíritu y acción emprendedora en ciencia y tecnología por parte de las clases dominantes españolas, quienes angustiosamente adoraban los títulos nobiliarios y donde consideraban que ‘trabajar era pecado’ o signo de pobreza o debilidad; aúnase a ello, una reaccionaria Iglesia Católica que apoyaba tamaña actitud de ociosidad estéril de los españoles porque eran bien ‘cebadas’ sus faltriqueras y regalados con inmensos terrenos y/o propiedades inmuebles con prerrogativas y exenciones insultantes por parte de los reyes y cortesanos que por cierto para la iglesia católica eran ‘fieles y buenos católicos’, y no olvidar el hecho histórico irrefragable: El proceso de la CONTRAREFORMA RELIGIOSA se inicia en España, vale decir las Españas eran el más alto sitial de la REACCIÓN POLÍTICA E IDEOLÓGICA EUROPEA de la época, por lo tanto, no es difícil imaginar la calidad y calaña y catadura moral de las clases sociales dominantes hispanas: Fértilmente prejuiciosos, pétreamente cerriles, monumentalmente dogmáticos, feroces discriminadores, temerariamente envidiosos, inigualables mitómanos, prodigiosamente felones, doctorales ociosos, profesionalmente cínicos, redomados hipócritas, etc., etc. … esos son nuestros directos abuelos …

Escrito y probado está, que Europa central o la Europa capitalista industrial (España estaba enfangada en un capitalismo mercantil de cuño feudalista), iba en otro sentido y en otro rumbo de la historia con respecto al decadente reino español, en general Europa iba directamente hacia la racionalidad, la economía liberal con capitalismo industrial y economía y finanzas globales, con un desarrollo inusitado, jadeante e inacabable de la ciencia y la tecnología que empoderaba e impulsaba mucho más al capitalismo industrial con nuevas tecnologías e inventos, con una ideología burguesa que levantaba las tesis de las libertades y de los derechos, derrumbando las tesis falsas y reaccionarias de la ‘Soberanía de Dios’ y de los monarcas que se escudaban en los principios teológicos de huera teocracia y/o de monarquías ociosas, estériles y gastadoras en extremo como la española que nunca se preocupó en desarrollar en ciencia y tecnología y solamente vivían de las riquezas de sus colonias y de sus ‘títulos nobiliarios’, de sus prejuicios, fatuidades y ‘engreimientos’, por los cuales eran capaces de ‘matar’, esa actitud es la que heredamos los peruanos y ahí está la explicación de muchos males de la hora presente …

Para redondear la pintura sobre dicho escenario bajo luces, recordemos qué pasaba en el Perú en esas circunstancias cuando la ocupación francesa representa el choque entre la Europa de nuevas ideas y nueva economía contra la España atrasada, reaccionaria y funambulesca:

“Las clases altas quedaban sin sustento. España era la garantía del orden colonial. Aunque lejana, su función equivalía al respaldo que otorga el oro y la plata al papel moneda; sin esos metales no sería más que simples papeles. Eso ocurrió con las clases altas no porque fueran abandonadas, sino porque España ya no podía garantizar la unidad inquebrantable del imperio” (pag. 9-10, Id.)

Aquí con esta cita puntual, queda muy claro, que las clases altas en ningún momento se les ocurrió independizarse de España, eso era impensable, absurdo, simplemente un ‘salto al vacío’, las clases altas peruanas eran absolutamente fidelistas al lejano reino de España y apostaban el todo por el todo por el Rey de ultramar sin concesiones de ningún tipo. Lima no tuvo jamás una CLASE BURGUESA LIBERAL nunca la tuvo; no habían liberales organizados en Lima, todos eran reaccionarios y fieles vasallos del Virrey en Lima y amantísimos del Rey de España … no sé de donde ha salido la falacia que Lima era el hervidero de ‘revolucionarios liberales’ o que habían liberales dispuestos a poner el pecho y la bolsa de dinero para librarse de España: ¡¡¡ Pamplinas !!! … nada de eso sucedió ni se verificó …

Y por si quedase alguna duda al respecto, leamos lo que dice el reconocido historiador bajo comento cuando expresa que:

“En aquellos lugares donde estaban emergiendo nuevas clases dominantes, como Caracas o Buenos Aires, las crisis metropolitana fue una invitación a que pensaran en la Independencia. No sucedió lo mismo en el Perú, donde la clase alta se había mantenido apegada al sistema antiguo y convencida que, en el largo plazo, su porvenir dependía de la solidez de sus lazos con España. En Lima las fortunas eran inferiores a las que se podían encontrar en México o Venezuela, pero aquí abundaban los títulos y las órdenes nobiliarias.” (pag. 10, Id.)

Queda sumamente clarísimo que en Lima teníamos el paraíso de la ociosidad, la fatuidad y la fanfarronería, ya que nuestras clases altas no estaban acostumbradas al trabajo emprendedor ni al ingenio y creatividad guiadas por la ciencia y por la razón, no, nada de eso … por eso es que no teníamos grandes familias poderosamente enriquecidas vía el capitalismo industrial como en otros lugares (recordemos que Lima fue desfavorecida comercialmente por disposición del mismo reino de España), solamente teníamos ociosos, pedantes, prejuiciosos y fanfarrones que vivían de la renta de la tierra mayormente, y que por lo tanto, política e ideológicamente eran absolutamente reaccionarios; mientras Sudamérica era toda una hoguera emancipadora y revolucionaria que a pulmón herido gritaba la independencia absoluta de España, aquí en Lima teníamos un potente refrigerador que en lo más mínimo inquietaba la independencia del yugo español, aquí muy al contrario las clases dominantes criollas saboreaban con delectación dicho yugo chapetón, así de fácil y de sencillo.

En Lima abundaban los títulos y las órdenes nobiliarias entre la huachafa, católica y fatua clase criolla dominante reaccionaria, por lo tanto teníamos todos los vicios, manías, prejuicios y actitudes negativas, reprobables y execrables de las clases dominantes de la península y que he reseñado líneas arriba, en excelente, nítida y brillante copia fiel.

Por eso, bien remacha el historiador comentado y citado cuando dice lo siguiente, -(con un agregado muy revelador que tiene fortísima incidencia hasta nuestros días)-:

“La independencia encontrará un terreno adecuado en Caracas y Buenos Aires. En cambio la reacción colonial se atrincherará en Lima. Pero el papel de Lima, fidelista hasta el final, no se explica únicamente por los cambios en el espacio colonial; cuenta también el temor que su clase alta tenía a los negros y a los indios, los escasos lazos entre la aristocracia mercantil y el país. En el Perú la independencia tuvo un capítulo prematuro: La revolución de Tupac Amaru. La quiebra del orden establecido no empezó en una ciudad y en la clase alta, sino en el mundo rural y el campesinado. Lima quedó a la defensiva y salvo excepciones, como el Conde de la Vega del Rhen o José de la Riva Agüero, sus aristócratas, jóvenes o viejos, fueron siempre realistas. Los comerciantes, apostando al bando perdedor, terminarían arruinados. Sus fortunas no pudieron nada ante el avance de los patriotas. España estaba cada vez más lejos” (pag. 10-11, Id.)

Queda confirmada entonces con la presente cita (ut supra), de antiguo nuestra afirmación en el sentido que estábamos divididos entre el PERÚ REAL y elPERU OFICIAL y asimismo cuando dijimos que aquí en nuestro medio: Fue nuestro PERÚ REAL o PERÚ PROFUNDO que no las clases criollas andinas o costeñas o limeñas el titular de la iniciativa y del ímpetu y de las luchas emancipadoras o independizadoras.

Pero el agregado fundamental que no podemos dejar pasar por alto, es la alta y pesada carga de RACISMO y DISCRIMINACIÓN SOCIAL ESTAMENTALque había en nuestras clases criollas dominantes, las mismas que odiaban al negro y al indio y al cholo, y nunca lo consideraron parte de una nacionalidad o de un colectivo político o ideológico o cultural, esta realidad pervive hasta la fecha, ya que como afirmamos en otra oportunidad, aquí en PERÚ existe profundo racismo con odio sordo y muy solapadísimo, decimos que respetamos los DDHH pero de los labios para afuera, pero de puertas para adentro se evidencia un profundo odio y discriminación racial muy patente, pese a todas las edulcoraciones, slogans y ‘gestos’ dizque comprensivos y tolerantes, solamente como ejemplo ponemos el triste y sangriento episodio de la guerra contra el criminal senderismo en los años 80’ y 90’ donde se masacraba brutalmente a nuestros hermanos del ande asesinándolos peor que a animales salvajes, sin embargo a muy pocos en la costa y en las clases dominantes les interesaba, y hasta la fecha hay renuencia en reconocer tales salvajes y feroces crímenes de lesa humanidad y patria, cometidos entre y por peruanos contra peruanos.

Las élites políticas racionales y dominantes de Europa (hegemón del mundo como fue Inglaterra sobre todo en el siglo XIX) se dieron cuenta muy rápidamente de nuestra profunda división interna, huachafería e incoherencia de nuestro ridículo Liberalismo’, si a eso se le podía llamar ‘Liberalismo’, incapacidad logística militar y de liderazgo profesional para combatir y expulsar a España de Perú, pero sobre todo nuestras RIQUEZAS en tierras, minerales y otros que hacían ensalivar de avaricia y codicia a los extranjeros, y por eso se apresuraron a prestarnos ‘revolucionaria ayuda’ con la finalidad que rápidamente obtengamos la ‘ansiada’ libertad republicana con el interés clarísimo de instalar un muy conveniente: ‘ESTADO DE DERECHO LIBERAL’ muy de acuerdo a los intereses del nuevo colonizador foráneo: Inglaterra. Por eso bien dice el historiador bajo comentario lo siguiente:

“Los revolucionarios de entonces, en cambio, contaban con el respaldo inglés. Ha sido exagerado por ciertos historiadores pero no se pueden omitir los préstamos que otorgó Inglaterra o la presencia de soldados y oficiales británicos combatiendo en Boyacá o Junín. No fue una presencia inocente o desinteresada. Tras las tropas patriotas llegaban los nuevos comerciantes, muchos de ellos agentes de casas mercantiles inglesas o francesas que abrían sucursales en las ciudades liberadas. Pero entonces pocos advirtieron estas amenazas y muchos, en cambio, estaban dispuestos a mantener las puertas abiertas del país o de las casas, a la espera de un inglés para casarse como lo mostraría Felipe Pardo en un drama político rescatado del olvido por Enrique Carrión: Los frutos de la Educación (1830).” (pag. 11, Id.)

Esta claro entonces, que nuestras clases criollas dominantes, las que debieron ser el faro, timonel y guía de nuestra nueva patria y nacionalidad, siempre estuvieron de espaldas a la historia, siempre estuvieron escupiendo la ideología‘revolucionaria’ de la hora, siempre estuvieron asqueándose de tener como coterráneos a negros, indios y cholos, siempre estuvieron del lado de la reacción más abyecta, siempre estuvieron en contra de todo impulso emancipador y/o independentista, pero lo peor de todo: Fueron símbolo de traición de lesaPATRIA …

Y, como bien lo indica el historiador glosado, los criollos dominantes apostaron todos sus caudales a favor de los realistas, y, con ello condenaron a la miseria y a la precariedad económica y financiera a nuestra naciente república, por lo tanto nacimos a la República: sin grupos de poder económico y financiero patriota como es la regla básica de todo proceso revolucionario verificable, y aquí fuimos en contra de toda regla histórica y revolucionaria universal …

Por eso, nuestro primordio historiador nacional don José De La Riva Agüeroconocido conservador y después reaccionario, dijo en sus años mozos cuando estuvo paseando por las pampas de la Quinua en Ayacucho y donde se selló la independencia nacional, lo siguiente:

“¡Pobre aristocracia colonial, pobre nobleza limeña, incapaz de toda idea y de todo esfuerzo!” (pag. 123, Id)

Y, sobre nuestra criolla aristocracia escribe nuestro historiador tantas veces citado lo siguiente:

“El racismo y el sentimiento de una supuesta superioridad al considerarse europeos, definía con rasgos marcados el perfil de estos hombres. La aristocracia mercantil compartía con algunos grandes mineros y terratenientes y con la Iglesia, una concepción estamental de la sociedad, según la cual ésta era similar al cuerpo humano: cada órgano sólo podía desempeñar una función. Así como la cabeza estaba destinada para pensar y los pies para caminar, y no era posible trastocarlos, los campesinos o los esclavos no podían aspirar a ser señores. Aparte del título nobiliario, el cargo público o la categoría de español, la educación era el otro privilegio que establecía los linderos entre aristocracia y plebe, si queremos emplear dos términos de la época.”
 (pag. 126-127, Id.)

Pero lo que le faltó decir al historiador de la PUCP es lo siguiente: Que el racismo y el sentimiento de superioridad de nuestros criollos aristócratas era enseñado, auspiciado y defendido por la misma Iglesia Católica la que gozaba y se beneficiaba patrimonialmente con dicho stablishment, la Iglesia Católicasiempre ha sostenido a través de ‘sus’ historiadores e ideólogos que la ‘heroica y gran labor de evangelización’ es el máximo aporte de la Iglesia Católica para el Nuevo Mundo y para la historia universal, lo que en buen romance significa o lo que debemos entender, es lo siguiente: NOSOTROS DOMAMOS Y ENSEÑAMOS A SER SUMISOS Y OBEDIENTES A LOS SALVAJES INDÍGENAS PARA QUE TRABAJEN PARA TI ARISTÓCRATA EUROPEO Y A CAMBIO QUIERO PRIVILEGIOS Y CO-SOCIEDAD ECONÓMICA.
Demás está creo recordar que la Educación que era otro privilegio y lindero de demarcación social, económica, política e ideológica entre las clases y/o estamentos de la época Colonia peruana, era de propiedad casi exclusiva de laIglesia Católica la que enseñaba cada segundo: Discriminación estamental, obediencia al Rey y al Virrey, subliminal racismo, en suma: reacción absoluta y cegadora fé … por lo tanto, absoluto alejamiento de la ciencia y de la técnica, y del trabajo empresarial, creador y forjador de patria y nación.

Y para que quede mucho más clara y demostrativa la posición reaccionaria,ANTI-LIBERAL y absolutamente fidelista a la corona española de parte nuestra clase criolla dominante, léase la siguiente cita:

“El Tribunal del Consulado, cuando faltaban pocos meses para el ingreso de San Martín a Lima, seguía ofreciendo recompensas a todos aquéllos que desertasen del ejército rebelde. En ningún momento los comerciantes pusieron en duda su vocación realista, el alineamiento al lado de España y la fidelidad al monarca, pero esta terquedad terminaría por ser una de las causas de su ruina como clase social, no sólo por la victoria patriota, sino también por las consecuencias inmediatas de los enfrentamientos militares: pérdida de mercados como Chile y Quito, destrucción de la flota mercante limeña y saqueo de las haciendas.”
“Si el Perú fue uno de los focos de la resistencia realista, esto no se debió exclusivamente a la personalidad del virrey Fernando Abascal, como insiste reiteradamente la historiografía tradicional, sino la presencia en Lima de la aristocracia colonial más numerosa de toda América Hispana. A pesar que el último tercio del siglo XVIII no ofreció una coyuntura favorable para sus negocios, el período económico que mantuvieron fue suficiente para respaldar las campañas contra todos los esfuerzos subversivos.”
 (pag. 129, Id.)

Vale decir, que Lima era el fortín mayor de la reacción política-ideológica, por lo tanto, de ninguna forma se puede decir o afirmar que hubo LIBERALES en Lima, sin caer en la absoluta falsedad e irresponsabilidad, salvo que se quiera alabar o justificar actos ‘neoliberales’ de gobiernos de la coyuntura.

Nuestra clase criolla dominante era tan pero tan FIDELISTA oESPAÑOLÍSIMA que prefirió perder neciamente todas sus riquezas y patrimonios en una causa absolutamente reaccionaria, en contra de los destinos del Perú, en contra de los destinos de Sudamérica, en contra de la misma Historia Universal … así de cerriles, perversos, contumaces y perdidamente fatuos fueron … y esas conductas al parecer persisten hasta hoy en nuestras clases dominantes, hágase una leve compulsa y se confirmará que no hemos aprendido mucho de la historia y que el espíritu chapetón pervive en muchos hoy por hoy.

Y el historiador sigue derramando tinta sobre el punto, acotando algo importantísimo que lo vemos también hoy en día, cuando afirma lo siguiente:

“En última instancia el problema no es que la aristocracia fuera obsecuentemente realista, sino es impotencia para proponer una alternativa, para buscar ensayar un camino diferente que en concordancia con sus intereses, no implicara su derrumbe económico y social.” (pag. 131, Id.)

Ahí está el mayor reproche y responsabilidad de esa clase criolla dominante, absolutamente torpe, mórbidamente miope y cerrilmente contumaz al dirigirse en carrera loca y jadeante al barranco de la derrota y de la miserable quiebra y con los ojos cerrados y gritando a voz en cuello: ¡¡¡ Que viva la España monárquica y reaccionaria !!! … Excelente y magistral obra de la Iglesia Católica que embruteció a toda esa aristocracia colonial convirtiéndolos en autistas defensores del regalismo español … lejos muy lejos estaba el sentido de patria, el concepto de patria, el sentimiento de patria para ellos …

Por eso, nunca dejaré de reconocer a esos jóvenes proto-patriotas, aquellos jovenzuelos que nacieron en este bendito y amado suelo que es el Perú y que sedientos de vida y de un nuevo mundo en su tierra que los vio nacer decidieron escribir con su roja sangre la historia del Nuevo Perú, esos jóvenes patriotas no fueron otros que algunos de los mismos ‘MILITARES REALISTAS’ que se pasaron resuelta y decididamente en un rapto de amor, patriotismo y corazonada por un nuevo Perú, a las filas libertadoras o ‘rebeldes’, a pesar que había recompensas dinerarias por su regreso al chapetón … sabiendo que su vida y su destino ya estaba marcado para siempre, pues sin temor a la muerte y dispuestos a derramar su sangre y entregar sus mejores fuerzas y su digna vida por el Perú nuevo, decidieron jugarse el todo por el todo y se pasaron al ejército continental Libertador a pie firme y dando la cara al sol de Manco Cápac y Pachacútec, y con paso de vencedores se unieron a las filas del Generalísimo Don José De San Martín …

Esos jovencitos patriotas no eran ‘LIBERALES’ ni sabían que significaba eso, eran simple y llanamente NOVIOS DE LA LIBERTAD POR EL NUEVO PERÚ y es cierto que muchos de ellos llevaban en su morral militar libros sobre las grandes hazañas de Napoleón Bonaparte el romántico genio militar … Aquí palpitó el nuevo Perú republicano en estos jóvenes militares padres del glorioso Ejército Peruano; y que sufrieron con Antonio José de Sucre y con Simón Bolívar cierto ninguneo por la envidia que causaron debido a su innegable liderazgo, arrojo, valentía y astucia en las artes de la guerra, como se verá en otra oportunidad …

Esos primevos y auténticos patriotas peruanos que levantaron la primera institución republicana cual fue el Ejército Peruano, en su mayoría eran jóvenes provincianos los mismos que tuvieron siempre en su recuerdo el levantamiento de Túpac Amaru y supieron de cómo a sus ancestros, abuelos y familiares directos del PERÚ REAL o PERÚ PROFUNDO los masacraron salvajemente los españoles, cuando ellos quisieron formar una nación india y/o autónoma en las milenarias tierras de su propiedad y que fueron usurpadas por el chapetón delincuente, y también fueron testigos de excepción de cómo la clase criolla dominante, la aristocracia colonial y los criollos intelectuales nunca apostaron por la libertad del Perú y muy al contrario fueron leales a la corona hispana, algunos disimuladamente y otros descaradamente.

De ahí nace la gran disputa y confrontación entre los militares y los ‘Civilistas’(nietos de la antigua aristocracia colonial reaccionaria) los mismos que aparecerán ya organizados y como partido a partir de 1852 y con voracidad para hacerse fácilmente de los caudales del Estado peruano cuando el boom del guano … pero eso ya es otra historia, que espero poder tratarla con la anuencia y permiso de Uds., amables y respetados lectores …

Lima, 15 de agosto del 2010
Jaime Del Castillo Jaramillo

Comentarios

Entradas populares